jueves, 2 de octubre de 2008

Metallica "Death Magnetic" review


METALLICA
“DEATH MAGNETIC” (Warner 2008)


1. "That Was Just Your Life" 7:08
2. "The End of the Line" 7:52
3. "Broken, Beat & Scarred" 6:25
4. "The Day That Never Comes" 7:56
5. "All Nightmare Long" 7:57
6. "Cyanide" 6:39
7. "The Unforgiven III" 7:46
8. "The Judas Kiss" 8:00
9. "Suicide & Redemption" 9:57
10. "My Apocalypse" 5:01

Si existe una banda de metal que pueda lograr repercusión y cobertura mediática en magnitudes globales esa es Metallica. El conteo regresivo al lanzamiento del disco, acompañado de los rumores, juicios anticipados y toda la parafernalia previa al 10 de septiembre acrecentaron la tensión en los fanáticos que no son pocos, el grueso de ellos aguardaban con esperanzas un disco con un sonido más clásico, una tienda en Francia no pudo con las ganas y filtró algunas copias antes de la fecha de lanzamiento oficial del noveno disco de la banda, en horas ya estaba en el ciberespacio. Lars Ulrich, otrora enemigo acérrimo del “peer to peer” tuvo que salir con una sonrisita hipocritona a apaciguar los ánimos al enterarse de la noticia, el disco ya estaba en la red inevitablemente descargado por millones de fanáticos de todas las edades. Cualquier hijo de vecino en la India, Perú o en África ya escuchaba este álbum que venía con una promesa de reivindicación metalera.

Acostumbrados a los halagos y a la amabilidad de los “mass media”, así como a las molestias de los fans de antaño que pedían a gritos recuperar las raíces, el cuarteto tuvo que soportar varias tempestades la última década: presiones familiares, adicciones, intolerancia, relaciones desgastadas, la salida del bajista Jason Newsted, el único miembro convencido al 100% con el metal en esos momentos. Los demonios de James Hetfield y la crisis de la banda fueron registrados en el documental “Some kind of monster” (2004) cinta que desnuda a la banda y a sus míticos miembros.


“St Anger” (2003) más que un álbum había sido una sesión de terapia colectiva para el grupo, también sería el último intento con el productor Bob Rock, quien a partir del álbum negro (1991) capitaneó todas las grabaciones del cuarteto y además tocó las líneas de bajo en este controversial disco. Metallica sin solos de guitarra y con una batería tan latosa, aún con una fuerza renovada y la afinación pesada (C#) no pudieron convencer a la fanaticada. Robert Trujillo le inyectó potencia en directo y así Metallica paulatinamente se repuso y en las giras descargaron muchos temas provenientes de sus 4 históricos discos de los 80’s, lo que hacía presagiar que tratarían de redimirse.

Ya con Rick Rubin como productor (el excéntrico barbón ha producido a cientos de artistas de estilos disímiles y siempre con mucho éxito, produjo a bandas como los Red Hot Chilli Pepers, Danzig, Run DMC, pasando por Slipknot o Audioslave y es célebre por producir los mejores discos de Slayer).


Las promesas de la banda aseguraban un disco “old school”, “una nueva versión del …And Justice for All… (1988)” afirmaba el poco modesto Ulrich, pero los fans esperaban que se confirme esta promesa. Precedido de tal expectativa llega “Death Magnetic” (“Magnético a la muerte”) con una portada poco prolija, pero que al menos conserva el logo inmortal de la banda.

"That Was Just Your Life"
Unos latidos de corazón abren el disco, me pregunto si escucharon alguna vez el intro del “Chaos A.D” de Sepultura (¡Jason si escuchaba a los brasileros!) que es curiosamente parecido. Menos mal el disco irrumpe bien, luego de un intro limpio que progresivamente da inicio al riff de "That Was Just Your Life" que en un momento tiene un aire a “Blackened” pero guardando las distancias, la voz de James está bien lograda, es un tema rápido pero no furioso, el solo de Hammett nos regresa la sonrisa al rostro, un disco sin Kirk y sus solos pentatónicos con wah es imposible de concebirlo, lo mejor, ¡la batería suena a batería!. Buen inicio.

“The End of the Line"
Un excelente tema para concierto, una intro potente, buenos riffs pegajosos y un aire “groovie” con sabor a “Fuel” pero con toques más potentes, una sección armónica con buenos punteos de Kirk, ¡Cuánto te habíamos extrañado!.

“Broken, Beat & Scarred"
Riffs de buena factura te invitan a moshear, una buena interpretación vocal de James, quien vocifera: “Lo que no te mata te hace más fuerte”. Lars ataca con doble bombo como no lo hacía hace mucho tiempo. Buenos solos Hammetianos.

"The Day That Never Comes"
Es el single promocional del álbum, intentan revivir la vieja tradición de temas como “Fade to black” o “Welcome home sanitarium”, un medio tiempo súper “feeling” que va increscendo hasta el pico máximo, un ataque poderoso y técnico, destaca la excelente participación de ambos guitarristas que se lucen en armonías y solos.

"All Nightmare Long"
El bajo de Robert Trujillo y las guitarras de Kirk y James le dan la fuerza necesaria a este track que es uno de los más cañeros del disco, bueno para poguear.

"Cyanide"
Este track ya lo habían presentado en vivo, felizmente la versión en estudio es más elaborada y suena superior, sin embargo no llega a sobresalir.

"The Unforgiven III"
¡No entiendo la obsesión por convertir en saga un tema clásico tan querido!. No obstante esta versión es mucho mejor que la de Reload (1997), una buena introducción de piano y vientos dan paso a otro medio tiempo que se va complicando y afianzando cobrando una personalidad más pesada, me recuerda a algunos temas de “Load” (1996) como “Bleeding me”.

"The Judas Kiss"
El tema más intrascendente de la placa. Tiene fuerza pero carece del brillo y la maestría de los clásicos y no tiene el caracter del resto de la placa.

"Suicide & Redemption"
Buen instrumental de casi 10 minutos, prohibido compararlo con “The call of ktulu”. "Orion" ó "To Live Is To Die". Este tiene su propio espíritu hard rockero, pesado, con riffs crujientes y una sección de melodías interesantes a la mitad del tema.

"My Apocalypse"
Tema de corte thrasher, energético de principio a fin que cierra este disco marcando el retorno de la banda al sonido thrash.

Metallica luego de muchos años dispersos ha vuelto al sonido básico de cuarteto metalero, tratando de rescatar su propia esencia que en algún momento parecía haberse ido, sería iluso comparar con los clásicos de la banda, el sonido si bien ha recuperado el ataque y la fuerza de las guitarras tiene elementos de casi toda su discografía, mientras algunos pasajes nos recuerdan la era dorada de los 80’s, algunos riffs y solos nos recuerdan los controversiales 90’s, sin embargo esa amalgama hace interesante el disco, ojo que no es un disco que se digiere a la primera escucha.

Metallica había dejado un hueco enorme que no había sido cubierto ni por la oleada de reuniones de las bandas más insignes del thrash, y que había sido versionada con su estilo propio por grupos como Dream Theater en “Train of Though” (2003) y Trivium en “The Crusade” (2006). Las comparaciones son odiosas y es cierto que existen bandas que suenan en la actualidad más arrolladoras, más técnicas y más atrevidas, es cierto también que Lars Ulrich parece no estar ya al nivel extremo que han alcanzado los bateristas actuales, sin embargo el retorno de Metallica ha marcado una esperanza, la de recuperar la fe en una banda que quizás sea la más querida y odiada del planeta, esta ambivalencia hace que sea la única capaz de desatar polémicas encendidas que ocurren solo cuando la banda más famosa del Metal lanza un nuevo disco.

Ayar Salazar

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